El Bautismo en el Espíritu Santo
Por David Cox
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A.T., Cuando, Qué es, Quién lo hace, El Requisito, Las Arras el Espíritu, No es el hablar en lenguas
Iglesia Bautista Fundamental
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Tabla de Contenido
El Espíritu en el Antiguo Testamento
En el Antiguo Testamento, el Espíritu Santo vino y salió sobre los individuos. Sansón (Jueces 14:6, 19; 15:14), Saúl (1ª Samuel 10:6,10), Ezequiel (Eze. 11:5) todos tuvieron el Espíritu Santo venir sobre ellos para llenarlos para un servicio a Dios. Unos pocos creyentes tuvieron el Espíritu Santo en ellos (Ezequiel 2:2; 3:24). Aun que tuvo David el Espíritu siempre en él (1ª Samuel 16:13), David sintió que Dios se cortó esta comunión con Dios cuando David andaba en el pecado. Salmo 51:11 No me eches de delante de ti, Y no quites de mí tu santo Espíritu.
También el Espíritu de Dios es lo que lucha adentro del hombre en contra del pecado. Isaías 63:10 Mas ellos fueron rebeldes, e hicieron enojar su santo espíritu; por lo cual se les volvió enemigo, y él mismo peleó contra ellos.
Génesis 6:3 Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años. (Hechos 7:51)
El trabajo principal del Espíritu Santo es de causar santidad en las cosas, especialmente adentro de los hombres salvos, y esto es por luchar en contra de sus pecados.
En el Antiguo Testamento Dios usó a hombres especiales para hacer su obra. Dios expresó por medio de Moisés el futuro, “Y Moisés le respondió: ¿Tienes tú celos por mí? Ojalá todo el pueblo de Jehová fuese profeta, y que Jehová pusiera su espíritu sobre ellos.” Números 11:29. Esto se formalizó en los siguientes pasajes:
Ezequiel 36:26 Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. 27 Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.
Ezequiel 37:13 Y sabréis que yo soy Jehová, cuando abra vuestros sepulcros, y os saque de vuestras sepulturas, pueblo mío. 14 Y pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que yo Jehová hablé, y lo hice, dice Jehová.
Joel 2:28 Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. 29 Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días.
Entonces el Espíritu Santo causa las personas de obedecer a Dios y de no pecar. Pero la prometida venida del Espíritu Santo era algo diferente que antes (A.T.), en que provocaría obediencia en las personas, para entender la voluntad de Dios y andar en ella.
¿Cuándo vino el Espíritu Santo?
Esta nueva cosa es después de la muerte de Jesucristo. Según Ezequiel 37:13 es relacionado con una resurrección de los santos. Mateo 27:52-53 nos informa que en la resurrección de Jesucristo, Dios abrió los sepulcros, y los santos del A.T. caminaban otra vez sobre la tierra.
En el Nuevo Testamento Dios nos afirma más bien esta venida del Espíritu. En Juan 14:26, Jesús prometa en el futuro el Espíritu que nos enseñaría todas las cosas. En Juan 7:39, la condición que tiene que cumplirse para que el Espíritu Santo viniera en esta forma especial fuera que Jesús tuviera que ascender en el cielo en su gloria. Jesús salio al cielo, y el Padre mandaría al Espíritu a nosotros.
¿Qué es el Bautismo en el Espíritu Santo?
Al raíz de la palabra “bautizar” es el concepto de teñir ropa, o sea, de unir colorante con la tela, una unión. Esto es por saturación o por el modo de inmersión. Pero la idea es de preparar la tela para uso por una preparación, igualmente lo que pasa espiritualmente con los creyentes. Esta unión es espiritual, hombre con Dios. Además el bautismo en el Espíritu Santo no es de hablar en lenguas sino es esta santificación por Dios para que podemos ser útiles en el ministerio de Dios.
¿Quién nos bautizaría en el Espíritu?
Marcos 1:8 Yo a la verdad os he bautizado con agua; pero él os bautizará con Espíritu Santo.
Jesús, por creerle o aceptarle, es quien que nos bautiza en el Espíritu Santo según Marcos 1:8, Mateo 3:11, Lucas 3:16, y Juan 1:33.
¿Qué es el requisito para el bautismo?
Juan 7:37 En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. 38 El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. 39 Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.
Gálatas 3:2 Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe? 3 ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne? 14 para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu. 4:6 Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!
Vemos que el requisito para el bautismo en el Espíritu Santo es fe salvadora. También vemos que recibimos al Espíritu Santo (esto es el bautismo en el Espíritu Santo, unión con Dios, incorporación al cuerpo de Cristo) al momento de la salvación, o sea, en la misma forma que fuéramos salvos, por la fe en Jesucristo.
¿Qué es la morada del Espíritu?
1° Corintios 3:16 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? 6:19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
Romanos 8:9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.
Pablo preguntó si realmente fueron salvos, y para él es lo mismo de tener el Espíritu Santo. Recibimos el Espíritu Santo en el momento de nuestra salvación para morar permanente en nuestros cuerpos. Esto pasa en el momento de la salvación, y con confianza Pablo pudo proclamar, si alguien no tiene el Espíritu Santo, no tiene nada de ver con Jesucristo. O sea, las personas que no tienen el Espíritu Santo son así porque no son salvos todavía. Santiago 4:4; Gálatas 3:26-28; Colosenses 2:9-13; Romanos 6:3-14
Dios nos ha sellado con el deposito (arras) de Su Espíritu
2° Corintios 1:21 Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios, 22 el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones. 5:5 Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu.
Efesios 1:13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, 14 que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria. 4:30 Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.
Las arras es una muestra de buena fe en un contrato entre dos personas, como cuando un hombre le da un anillo de compromiso a su entendida novia antes de actualmente casarse con ella. Dios nos promete la salvación cuando tenemos fe en Jesucristo pero la redención actual de todo pecado y de su consecuencia es todavía futura. Hasta que Dios se cumple actualmente con la redención de nuestra almas, Dios nos da un deposito (las arras del Espíritu Santo) de muestra de su buena fe, y que sí está comprometido a cumplir con nosotros.
Malos entendidos
Este depósito del Espíritu Santo es actualmente Dios morando adentro de nuestros cuerpos físicamente. La única manifestación fiel de su morada tiene que ver con su propósito, de quitarnos el pecado. Entonces los que tienen el Espíritu de Dios, y los que dejan que Dios controla sus vidas, simplemente dejan de pecado, y son obedientes a la voluntad de Dios.
El hablar en lenguas no tuvo que ver con el bautismo del Espíritu Santo sino con la llenura del Espíritu Santo. La llenura es algo que tenemos que ver nosotros por sujetarnos a Dios después de ser salvo, y de dejar a Dios más control de nuestra vidas. La marca fiel del Espíritu Santo morando en nosotros no es que hablamos en lenguas desconocidas, sino que damos testimonio a la salvación de Dios (hablamos y testificamos por Dios), al Salvador, y a la Palabra de Dios.
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tendrian que dedicarse a salvar almas y no a criticar, fariseos hipocritas!!!
El primero que critico es yo mismo, y luego mi familia, y luego mi iglesia. Estos son mis preocupaciones. En corregir lo que está mal en estos tres, vemos que hay hermanos que no entienden la sana doctrina, y entonces tengo que explicarles esto. Después de hacer el mismo sermón 3, 4, 5, o 10 veces, me caso. Entonces lo pongo en un folleto para mi gente. Comparto estos con el mundo, y así tú pudiste verlo. La critica es sobre falsa doctrina o práctica, y esto es lo que detienen las almas de seguir a Cristo con sinceridad y pureza del corazón. Entonces no soy hipócrita, y estoy dedicando mi tiempo y esfuerzo a salvar almas. Para salvar a un alma, tienes que saber en qué creen que bloquea su salvación con la verdad. Luego tienes que presentar una válida defensa de la verdad, tomando en cuenta las mentiras y errores de esta gente. Mis folletos están funcionando exactamente en lo que deben hacer.