fam01 El Amor Bíblico

En fam01 que es el amor biblico examinamos el amor según como Dios lo ve. Hay diferentes tipos de amor, y examinamos cada uno. Hay amor incorrecto, y hay amor correcto. Aun en el amor, hay diferentes tipos. Examinamos el agapé, fileos, sturgos, y eros, el amor hacia a Dios, entre hermanos, etc.

El Amor Bíblico
Como un cristiano debe amar
Por David Cox
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Escucha el sermón predicado por Pastor Cox de este folleto: http://www.davidcoxsermones.com/vida-cristiana/el-amor-biblico/
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Hay a lo menos cuatro diferentes palabras en griego para el amor que identifican diferentes tipos de amor. Cada uno pone otro sentido diferente en el concepto general del amor.




Diferentes conceptos para el Amor

Ágape

(el sustantivo ocurre 106 veces, y el verbo 109 veces). Esta palabra es la palabra más alta para el amor. Es usada como acción de Dios (el amor de Dios) y mandada a los seres humanos para ejercer del uno hacia el otro (1 Cor. 13). Este tipo de amor es uno que se basa en los beneficios para el objeto de su amor. No es egoísta, sino se concentra en el sacrificio personal para el beneficio y bien del otro. Dios sacrificó a Su Hijo por que nos amó (Juan 3:16).

Filos

(el sustantivo 27 veces, el verbo 21 veces) significa un amor entre dos personas que es cooperativo, no tan dedicado como ágape, pero de todos modos algo que podemos recomendar.

(1 Tes. 4:9 “del amor fraternal… que os améis unos a otros”). Un buen ejemplo de esto es la relación entre amigos o hermanos carnales. Es buena, pero normalmente no es tan dedicado como en un matrimonio o hacia a Dios.

Eros

(no ocurre en la Biblia) Esta palabra es un tipo de amor muy carnal, es solamente centrado en lo que beneficia a uno mismo (2 Tim. 3:2 “hombres amadores (griego filautos) de sí mismos”). La palabra “erótica” viene de esta palabra y es usada por ejemplo en cosas de la pornografía, la prostitución, la homosexualidad, etcétera. La idea corresponde con estos conceptos y prácticas pecaminosos. Es un tipo de amor que es totalmente lo que le conviene a uno mismo, y la única preocupación en este amor es para mantener tu fuente de agradarse, y realmente poco o nada más.

Stergos

(no ocurre en la Biblia excepto en el negativo, astergos – “sin afecto natural”, 2 Tim. 3:3; Rom. 1:31) Stergos tiene el concepto del afecto que debe naturalmente existir entre padres e hijos, y entre pareja por el buen trato que se demuestran entre sí. Es el caso con sinónimos en cualquier idioma, que a veces son usados sin distinción por el concepto más básico (amor sin definir cual tipo, nada más generalmente), y a veces una palabra es utilizada sobre otra con propósito por el autor. Por ejemplo en el discurso entre Jesús y Pedro en Juan 21:15-17, Jesús le pregunta a Pedro si “le ama” (agapeo), y Pedro le contesta “sí, te amo” (fileo). Al final, Jesús usa fileo y Pedro finalmente admite al amor agapeo.




“Stergos” – El Amor Debido

Simplemente puesto, hay un deber que se presenta a cada persona por los sacrificios que otros hacen para él. Esto se ve en el deber que uno tiene para con sus padres, y en el trato entre pareja (en un nivel más bajo que amor ágape).

Este respeto de un hijo a su padre carnal es mandado por Dios, y es el primer mandamiento con promesa, larga vida (Éxodo 20:12). Dios manda a los hijos que obedezcan a sus padres (Efesios 6:1-3) y que respeten sus instrucciones para la vida (Prov. 1:8; 6:20; 13:1). Además para los que no les respetan, Dios les mandará una maldición (Prov. 19:26; 30:17). Bajo la Ley del Antiguo Testamento, Dios vio esto tan grave de pecado que mandó la pena de muerte para los hijos que faltaban el respeto a sus padres (Éxodo 21:17; Mat. 15:4-6). Dios vio mal cuando los hijos le roban (toman lo que no deben o más del lo que deben) a sus padres (Prov. 28:24).

Los padres deben amar a sus hijos también, y no provocarles a ira (Ef 6:4; Col. 3.21). Su deber es de criarles en disciplina y amonestación del Señor (Ef. 6:4). El amor bíblico entre padres e hijos es de disciplinarles como el Señor disciplina a Sus hijos (Prov. 4:1-4; 1 Tes 2:11; Heb. 12:5-11). Heb 12:6 “el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo.” Todos somos nacidos bebés, y de allí muy pocos salen a la perfección (madurez). Pro 22:15 La necedad está ligada en el corazón del muchacho, Mas la vara de la corrección la alejará de él. Pro 13:24 El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige. Apoc 3:19 yo (Dios) reprendo y castigo a todos los que amo; sé pues, celoso, y arrepiéntete. Entonces nadie puede decir que ama a sus hijos debidamente si no les controla y les disciplina con instrucción moral para mejorar espiritualmente sus vidas. En Heb 12:6-10 Dios compara el amor con disciplina entre padres como lo que Dios hace con los hombres. El hijo que no recibe disciplina de su padre, el padre está negando su deber y le trata como bastardo (Heb 12:8), no como su hijo. Igualmente los hijos tienen que siempre mantener un profundo respeto y honra para sus padres, aun que a veces no son cristianos o no actúan correctamente según la Biblia. A veces por el evangelio, unos van a perder este amor debido de su familia (Mat. 10:21-22, 35-36), y entonces Dios le cuidará a esta persona (Sal 27:10; Isa 49:15; 2 Cor 6:18) y los hermanos en la fe llegarán a ser su nueva familia (Mar 10:29-30; Luc. 18:29-30).




“Filos” – El Amor Filial

Este amor es también mandado en la Biblia. Es el tipo de amor entre amigos o entre hermanos . Juan 5:20 usa esta palabra para el amor entre Dios el Padre y Dios el Hijo, del Padre hacia a nosotros en Juan 16:27. Juan 11:3, 36 refiere al amor de Jesús hacia Lázaro, igualmente en Juan 20:2 al Apóstol Juan. 1 Cor 16:22 declara bravemente “El que no amare (fileo) al Señor Jesucristo, sea anatema (maldito, que no se trata con este).” Este concepto es uno de hacerse amigable, o de relacionarse favorablemente.




“Eros” – El Amor Egoísto

Esta palabra no existe en la Biblia, pero la Biblia condena este tipo de amor. Mientras hay una relación de prestar y recibir amigablemente con fileo, este tiene más bien su propio beneficio siempre en la vista. Entre amigos, a veces tú haces algo sin que haya recompensa para ti a la vista. Es por la amistad simplemente, y nada más. En el amor erótico, las personas buscan de agradarse consigo mismo más de nada. Las prostitutas se prestan por dinero, y los hombres se prestan (pagan) por el placer sensual. Este tipo de amor y todo relacionado con ello es condenado en la Biblia.




“Ágape” – El Amor Exaltado

Uno no puede ni entender este tipo de amor, menos practicarlo sin entender primero que esto es la mera esencia de Dios. 1 Juan 4:1 “Dios es amor (ágape).” Si Dios se define su esencia con un concepto, entonces esto es importante. Este tipo de amor es algo que es un alto sacrificio para el otro (Juan 10:11; 1 Tes. 2:8). Este es el ejemplo de amor que Cristo nos deja Ef. 5:2 “andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.” Es de querer y cumplir con el deseo de ver bien el beneficio para la otra persona, ni modo como el otro se porta. Es amor sin condiciones, en que no busca nada o poco de regresar de quién que le ama. Sigue amando aun que no hay nada para el que demuestra este amor hacia el otro 2 Cor 12:15.

En Mat 5:43-44, Jesús les enseñó a los discípulos lo contrario a lo que uno piensa (de amar a sus amigos y aborrecer a sus enemigos), debemos amar a nuestros enemigos y a quienes nos maltratan. Esto es el concepto de ágape. Este amor es dirigido a Dios, a nuestros hermanos en la fe, a nuestro prójimo (Rom 13:8-9), y aun a nuestros enemigos. Mat 22:37 usa esta palabra como un mandamiento que hacemos hacia a Dios, y en versículo 39 hacia a nuestros prójimos. Según este pasaje, el captar este concepto de amor y practicarlo hacia a Dios y hacia a los demás (Gal 5:14), ¡uno cumple con todo lo que quiere Dios de uno! Jesús amó al joven rico Marcos 10:21, y le mandó de vender todas sus posesiones y riquezas para encontrar la verdadera salvación. Este amor no se refrena de decir o hacer lo difícil para conseguir el beneficio para el otro (Juan 3:16 Dios envió a Su Hijo).




Amor hacia a Dios

La salvación es una relación personal con Dios. Esta relación tiene como base el amor (ágape). Mostramos esta relación amorosa hacia a Dios por obedecerle (Juan 14:15, 21). El que no obedece a Dios, no le ama, y no es salvo “El que me ama, mi palabra guardará…El que no me ama, no guarda mis palabras” Juan 14:23-24.La esencia de Dios es este tipo de amor, y Dios quiere que esta característica se imponga en nosotros por nuestra voluntad propia Juan 17:26. La Biblia define el redimido como alguien que ama a Dios (1 Cor 2:9; 8:3; Santiago 1:12).




Amor hacia a los hermanos

En Juan 8:42, Jesús acusa a los judíos de no ser salvos, porque si fueran salvos, amarían a Jesús. Luego en Juan 13:34 lo amplifica esto en decir, “Que os améis unos a otros, como yo os he amado, que también os améis unos a otros” (Juan 15:12, 17). En su primera epístola, está bien claro que podamos identificar a los verdaderos cristianos porque han captado la idea del amor divino (ágape) y lo practican en sus vidas, con Dios, entre pareja, con su prójimo, y especialmente con sus hermanos cristianos. 1 Juan 4:7-8 “amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.” Por esta razón vienen a la iglesia a convivir y demostrar este amor a sus hermanos. Juan hace el argumento que nadie ha visto a Dios (1 Juan 4:12, 19-21), pero si amamos a nuestros hermanos, amamos a Dios. Jesús hace el mismo punto en Mateo 25:31-46. Véase también 1 Juan 5:1-2.




Amor entre pareja

Dios manda este amor ágape entre pareja, y simplemente, si los dos buscan esto como meta en su familia, todos los problemas se resuelven fácilmente. Ef. 5:25 nos manda, “Maridos, amad a vuestras mujeres así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella.” El hombre cristiano debe sacrificar lo suyo para el beneficio y bien de su esposa. Cuando lo hace, llega a ser como Dios y es un “olor fragante” (Ef. 5:2) para Dios. Los hombres deben amar a sus esposas como ellos aman a sus mismos cuerpos (Ef. 5:28; Col 3:19). Igualmente las mujeres a sus maridos Tito 2:4.




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