salv79 ¿Cuándo aceptaste a Jesucristo?

salv79 ¿Cuándo aceptaste a Jesucristo? explica que la salvación necesita un momento exacto en que decides de recibir a Jesús como tu Salvador personal. Si no, no eres salvo.

salv79 ¿Cuándo aceptaste a Jesucristo? explica que la salvación necesita un momento exacto en que decides de recibir a Jesús como tu Salvador personal. Si no, no eres salvo.

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Juan 1:12 Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; (“él” se refiere a Jesucristo)

Una persona es salva por haber recibido a Jesucristo como su Salvador personal. Pero, la salvación no es algo que “se acerca sin que la persona sepa”, y que la persona presume que pasó pero no tiene conciencia exacta del evento. El ser salvo es definido, y es exacto en un momento cuando pasa, y las únicas opciones son 1) sí, eres salvo, o 2) no eres salvo o no sabes que eres salvo. De no ser salvo, o de no saber si eres salvo es lo mismo. No eres salvo.  1 Juan 5:13 Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el nombre del Hijo de Dios.

2 Corintios 6:2 Porque dice: En tiempo aceptable te he oído, Y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación.

Pero las preguntas muy importantes son, realmente ¿Has recibido a Jesús como tu Salvador personal? Y si la respuesta es sí, ¿Cuándo le recibiste?



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Entendiendo la Salvación

Juan 1:12 Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; 13 los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.

En Juan 1:12 dice que a los que han recibido a Cristo, Dios les dio potestad de ser hijos de Dios (de ser salvo). La palabra “recibieron” es lambano (λαμβανω) que significa “de recibir, tomar, echar mano a algo, de agarrar y jalar para sí mismo.” Esta palabra es usada a veces cuando una persona ofrece un concepto a otra, y la persona que oye esto lo toma y vive de forma cómo es actual, real, o sea, vive como es LA VERDAD, y es la realidad de este mundo en que vive. Si no “recibe” la información, no le afecta porque no cree que sea la verdad, o parte de la realidad. Pero el punto aquí se queda en una presentación del concepto, y luego, una recepción o rechazo de la persona, en que es verdad o no. De IGNORAR total o parcialmente el relato es lo mismo de rechazarlo. Formalmente, el “recibir a Cristo” es de creer en Él en su capacidad de ser el Salvador para uno mismo.

La Necesidad Esencial  de Predicar el Evangelio

1 Corintios 1:21 Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.

Esto es el advertirles de la realidad de Dios. La Biblia declara que todo hombre es pecador, y la ira de Dios está pendiente sobre cada uno. Colosenses 3:6 cosas por las cuales (el pecado) la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia. Entonces, Dios en su ira, va a enviar a los pecadores al infierno, lugar que a nadie le gustaría. Mateo 10:28

Romanos 10:13 porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. 14 ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? 15 ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas!

La salvación es dependiente en que sea presentada primero. (Jesús es identificado como ”el Verbo,” el logos, o la Palabra en Juan 1:1, o sea, comunicación de un mensaje) Después de haber oído el evangelio, la persona tiene que hacer una decisión sobre ello, recibirlo (agarrarlo por sí mismo como real, para que sea parte de su pensar, actuar, y de sus creencias que dirigen las acciones de su vida, su camino) o rechazarlo e ignorarlo. (Job 21:14 Dicen, pues, a Dios: Apártate de nosotros, Porque no queremos el conocimiento de tus caminos. Job 24:13; Romanos 2:6; Salmo 18:20. Si uno rechaza el camino de Dios, está perdido a la ira de Él y va al infierno. De recibir a Jesús como tu Salvador también implica de aceptar y abrazar completamente los caminos de Dios. Job 34:11 Porque él pagará al hombre según su obra, Y le retribuirá conforme a su camino. Dios consta y revela qué somos por cómo abrazamos a Dios, al Salvador, y su camino. En una forma, nuestras palabras y acciones constan lo que realmente creemos. Mateo 12:37 Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado. Santiago 2:22 ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? 1 Juan 5:3 Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos. Además, que Dios usa nuestras obras para ver qué “creemos” en nuestro corazón realmente Santiago 2:18… Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. Santiago 2:26… la fe sin obras está muerta. Las obras de uno (su conducta) son el producto de lo que realmente cree en lo más profundo de su corazón. Dios va a regresarnos lo que son nuestras obras. Gálatas 6:7 No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. 8 Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; más el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.) Pero nadie es salvo sin que oyera y entendiera el evangelio. Nadie es salvo tampoco sin tener fe en el Salvador. Esto último quiere decir que abraza al Salvador, Jesús, para ser parte importante de su vida. La salvación, siempre sin excepción, va a producir un cambio total de la persona, aunque este cambio sea poco a poco y lento.

Hechos 2:47Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos. Hechos 16:5 ​Así que las iglesias eran confirmadas en la fe, y aumentaban en número cada día.

El “añadiendo” almas a la lista de los salvos en el cielo (Lucas 10:20 Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos. Leer también Éxodo 32:32; Salmo 69:28; Isaías 4:3; Daniel 12:1; Filipenses 4:3; Hebreos 12:23; Apocalipsis 3:5; 13:8; 20:15; 21:27) Y esto habla de un punto en el tiempo en que la persona decide de arrepentirse y creer en el Salvador, y esto es el punto de salvación para esta persona. Es un punto definido en tiempo, y cuando su nombre es escrito en el libro de la vida quien el dueño es el Cordero, es para la eternidad futura. Este es el punto en tiempo en que oyes el evangelio, crees en el Salvador, y le recibes, y eres salvo.

Marcos 16:16 El que creyere… será salvo; más el que no creyere, será condenado.

Juan 3:15 para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna.

Entonces, la salvación tiene una acción de “recibir” o “agarrar” a Jesucristo como algo de valor eterno, de lo cual, estás incorporando nuevamente en tu vida. La Biblia es muy explicita que la persona que es salva tiene un cambio espiritual en su vida.  No puedes ser salvo y no ser cambiado. Romanos 12:1 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. 2No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, «para que» comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. El problema común con muchas personas es que se confunden en este punto. No son salvos por vivir como un cristiano, agradando a Dios, (es decir, no obtienen la salvación por medio de sus buenas obras), pero en verdad, no se ve nada de que son salvos si viven en la misma forma de la vida vieja de un inconverso. (Santiago 1:22)

Colosenses 2:6 Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; Tenemos que entender que el “recibir,” “aceptar,” y “abrazar” a Cristo es más que unas palabras sin sinceridad o consecuencia. Es de cambiar nuestra vida (arrepentirnos de lo que hicimos antes para hacer una nueva vida). Esto es lo esencial del concepto de arrepentimiento, y es intercambiado en la Biblia con creer, la fe.

El Arrepentimiento

Hechos 3:19 Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio,

Lucas 15:7 Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.

Este asunto de arrepentimiento puede ser difícil de entender, pero no tiene que ser. La relación entre la fe (el creer en Jesucristo el Salvador) y el arrepentimiento es que son la misma cosa. Entregas tus “otras creencias” sobre como llegar al cielo y repones estos errores con la verdad del evangelio. Son una sola moneda, fe de un lado, y arrepentimiento al otro lado. La fe entra en tu corazón, y el arrepentimiento empuja el pecado (lo que estaba allí antes) afuera.

La Salvación es una Conversión

Mateo 13:15 Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, Y con los oídos oyen pesadamente, Y han cerrado sus ojos; Para que no vean con los ojos, Y oigan con los oídos, Y con el corazón entiendan, Y se conviertan, Y yo los sane. Salmos 51:13 Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos, Y los pecadores se convertirán a ti.

En este concepto de “conversión” es que se tiene el evangelio. Primero, andamos en maldad, un camino o manera de vivir que en sí es dañino a nosotros mismos y desagrada a Dios. Somos pecadores. Entra el Salvador, y le aceptamos o le rechazamos. Si le aceptamos, nos convierte a ser sin pecado (del punto judicial en la corte de Dios) y actualmente nos limpia del pecado (la santificación del pecado). Aunque todavía tenemos pecados como un cristiano, poco a poco vamos quitando estos para que en el momento de morir y entrar al cielo, Dios nos limpia actualmente de todos nuestros pecados. (Salmos 51:2 Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado.) Es un hecho terminado y a la vez es un proceso, la salvación es jurídicamente ya hecho, y actualmente Dios limpiando nuestros pecados es un proceso en nuestra vida y será completado cuando entramos en la presencia de Dios en el cielo. 1 Juan 1:7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. 9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. (Parte jurídicamente ya es hecho, y por otra parte va limpiándonos y santificándonos)

¿En qué momento fuiste salvo?

Efesios 5:23 porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. 24 Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a «sus» maridos en todo.

La salvación por Jesucristo es comparada a un ejemplo como un matrimonio entre dos personas. Pero igualmente, no hay un matrimonio formal si no hay boda, y todos saben si han sido parte de una boda como novia o novio en el pasado o no. Simplemente es una experiencia que se queda en la memoria. Así es la salvación.

Efesios 1:13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, 14 que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.

Pablo localiza el momento de tener con confianza en la salvación, porque el anticipo de nuestra salvación es dado a nosotros, esto es el Espíritu Santo. 1) Oír el evangelio, 2) Creer en Cristo, 3) Ser salvo y sellado con el Espíritu.

Conclusión

Romanos 13:11 Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos.

Como cualquier persona que despierta de su sueño, así es que la persona tiene que despertarse del engaño del pecado, y actuar definitivamente para recibir al Salvador.

Necesitas resolver este asunto hoy mismo. El tiempo se está acabando en que puedes recibir al Señor. Si eres salvo, ¿exactamente en qué día aceptaste a Jesucristo como tu Salvador? Si no puedes recordar exactamente un día, un lugar, una situación en que le confesaste tus pecados y te arrepentiste de ellos, y recibiste a Jesús en tu corazón como tu Salvador, entonces necesitas, sin esperar más, hacerlo de inmediato ahora mismo.

Isaías 55:6 Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Proverbios 1:28 Entonces me llamarán, y no responderé; Me buscarán de mañana, y no me hallarán.

El tiempo se va acabando. Tienes que actuar ahora. Dios no te promete que tendrás un día más.

Hebreos 3:7 Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz, Hebreos 4:7 otra vez determina un día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo, por medio de David, como se dijo: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones.

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