fam073 ¿Por qué los Varones son Cobardes?

fam073 ¿Por qué los Varones son Cobardes? ¿Por qué no se portan varonilmente? Examina la cobardía y lo que Dios manda para los varones.

fam073 ¿Por qué los Varones son Cobardes? ¿Por qué no se portan varonilmente? Examina la cobardía y lo que Dios manda para los varones.

fam073 ¿Por qué los Varones son Cobardes? ¿Por qué no se portan varonilmente? Examina la cobardía y lo que Dios manda para los varones.

Por David R. Cox

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Apocalipsis 21:8 Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.

Un cobarde es una persona en quien el miedo y pereza han dominado su ser tanto que se inmovilizan la persona en cuanto a sus deberes, sus obligaciones, y cualquier buen carácter. Cobardes no demuestra fuerza moral ni buen carácter en defender y apoyar el inocente o a sí mismo o a su familia. Cobardes no pelean para su patria ni tampoco por la obra de Dios. Los hombres de hoy tienen muchísimos quehaceres, pero ni se dedican tiempo, ni esfuerzo, ni recursos para las cosas de Dios. Las cosas de Dios no están al final de la lista de sus prioridades, sino que ni están en esta lista.

¿Por qué Dios rechaza a los Cobardes?

Apocalipsis 21:8 Pero los cobardes e incrédulos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.

Podemos entender porque Dios dice que los homicidas, fornicarios, etc. no van al cielo, pero es necesario meditar sobre este asunto y entenderlo bien, porque pocas personas piensan que la cobardía merece el infierno. Dios puede perdonar todos los pecados que uno puede hacer excepto la cobardía y el ser incrédulo. ¿Por qué? Porque el remedio de todo pecado es el perdón de Dios, que se basa en la obra de Jesucristo en la cruz. Pero el remedio del pecado es por la fe, de creer en Dios. La cobardía e igualmente el ser incrédulo son simplemente que la persona no cree lo que Dios dice. Esto es el pecado. De no creer en la Palabra de Dios, ni tampoco en el poder de Dios en sus promesas es la cobardía y la incredulidad. Es como si alguien está enfermo, y necesita tomar una pastilla para sanar. El remedio es seguro, pero si el paciente rehúsa de abrir su boca y tomar la pastilla, va a quedarse sin el remedio. Podemos conceder el asunto de que todos tenemos ansiedad y miedo a veces, y esto es normal y saludable. Por nuestro miedo sobre el poder destructivo del pecado, no entramos ni nos acercamos a ello. Vemos las consecuencias del pecado y nos preocupamos por ellas.

Un cobarde es alguien que no quiere enfrentar una amenaza, peligro o fuerte oposición. Aunque tiene el poder de Dios para luchar, no le cree a Dios (es incrédulo). Da la vuelta y corre en lugar de marchar hacia adelante cobrando coraje y valentía en las promesas de Dios. Busca algo o alguien para esconderse atrás de esto o se retira a un lugar donde no tiene que enfrentar y mostrar fuerza. Los soldados enfrentan al enemigo con fuerza y denuedo. Normalmente no son cobardes. Tratan con lo que tienen que hacer para enfrentar y derrumbar el enemigo.

Sé Valiente

Isaías 41:13 Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo.

Todo el asunto de ser valiente o ser cobarde se enfoca en la presencia de Dios con nosotros para apoyarnos y protegernos. Muchos que dicen ser salvos realmente no creen en Dios. Es toda palabrería, porque no se ve esta fe en sus vidas. Mateo 28:20 enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. El asunto es que si Jesús está presente contigo en cualquier problema que viene de Satanás, y sus demonios, de personas malas, o aun de nuestra propia carne, Jesús te dará el poder de aguantar la tribulación, persecución, o sufrimiento, y de plano Dios está dispuesto de hacer esto. Nos prometió en Mateo 28:20. Pero regresamos al mismo problema que hace la cobardía y la incredulidad tan mala, si no crees en lo que Dios te ha prometido, vas a sufrir. El remedio está allí, nada más tienes que creerlo y tomarlo. El incrédulo no cree que Dios puede ayudarle. El cobarde no cree que la solución y poder de Dios van a hacer una buena solución en su caso. Los dos se cierran en tener un problema y nunca alcanzan la solución. 1 Crónicas 19:13 Esfuérzate, y esforcémonos por nuestro pueblo, y por las ciudades de nuestro Dios; y haga Jehová lo que bien «le parezca.» De hacer lo que le parezca bien a Jehová es de hacer justicia, lo correcto ante los ojos de Dios.

No hay que Tener Miedo

Salmos 27:1 Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme? 2 Cuando se juntaron contra mí los malignos, mis angustiadores y mis enemigos, Para comer mis carnes, ellos tropezaron y cayeron. Aunque un ejército acampe contra mí, No temerá mi corazón; Aunque contra mí se levante guerra, Yo estaré confiado.

El punto es que nada de lo adverso que viene a nuestras vidas es una sorpresa para Dios. Él ha provisto todo, aun esto, y con verlo, Dios también ha hecho remedios y ayudas para nosotros. Romanos 8:31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? Colosenses 1:11 fortalecidos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad; 1 Corintios 16:13 Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos. Isaías 40:29 Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Mateo 19:26 Y mirándolos Jesús, les dijo: Para los hombres esto es imposible; más para Dios todo es posible. El remedio de Dios está disponible para toda persona, pero este remedio es de meditar en las promesas de Dios, y creer en ellas para conseguir el poder y la victoria.

El miedo en sí causa Daño

Proverbios 28:1 Huye el impío sin que nadie lo persiga; Mas el justo está confiado como un león.

Esta “confianza” del justo es lo opuesto del miedo del cobarde e incrédulo. El que cree a Dios sabe, entiende, y confía que las declaraciones de Dios van a cumplirse, y que todo va a caer a un lado o al otro, en la bendición de Dios o la maldición de Dios. El cristiano siempre debe buscar en toda su vida de que él y todo lo suyo esté en orden para que la bendición de Dios le caiga. El cobarde tiene miedo porque bien sabe que no cree en Dios, a la Palabra de Dios, ni a la fuerza de Dios, y su vida va a ser juzgada por esta falta de obedecer a Dios. La obediencia a Dios viene porque uno le cree a Dios, y también esta creencia viene con certeza que Dios va a cumplir con todo lo que ha prometido, incluso va a castigar según sus amenazas.

La Vergüenza al Evangelio

Romanos 1:16 Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. 17 Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.

Pablo no tuvo vergüenza del evangelio ni de las promesas de Dios. Estas cosas eran su orgullo. Satanás tuerce esto para que tengamos vergüenza de ello cuando debemos estar gritando las verdades de Dios a todos “desde los techos.”

1 Pedro 5:8 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; 9 al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.

El cristiano resiste a Satanás por ser firme en su fe. De padecer por su fe es exactamente lo que Dios manda que paguemos si somos salvos.

2 Timoteo 3:12 Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución. De creer en Dios y vivir así por tu fe es de poner un blanco sobre tu hombro.

Esto de sufrir por tu fe cristiana es dado por Dios. Es un hecho ciertísimo. Solamente la persona que no sabe de la palabra de Dios o no cree lo que Él ha dicho (menos preciándolo) no va a entender esto. Cuesta para tener fe y ser salvo. Cuesta en nuestras vidas, nuestro confort, y nuestros placeres.

Los sin Sinceridad

Marcos 4:17 pero no tienen raíz en sí, sino que son de corta duración, porque cuando viene la tribulación o la persecución por causa de la palabra, luego tropiezan.

Jesús habló de las personas que creen pero no siguen hasta el fin con sus certezas sobre las declaraciones de Dios. El punto es que declarando una vez que “crees” pero no haciendo tu vida conforme a lo que proclamas creer, es como este suelo, y no dará fruto espiritual para vida eterna.

Mateo 24:13 Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. Apocalipsis 2:10 No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.

En la mente de alguien salvo, las verdades que Dios le ha dicho están firmemente en su alma, y el miedo no entra a cambiarlas. Va a vivir con la certeza de estas declaraciones aun si por hacerlo le guiará a la muerte física. Ni la tribulación ni la muerte causa miedo a un cristiano. No es una obra que tú haces, sino es la mera definición de la fe que te salva. Hay esta diferencia entre los dos. Tú crees las promesas de Dios. Mateo 10:22 Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; más el que persevere hasta el fin, éste será salvo. O sea, no es una casualidad que un cristiano va a sufrir persecución. Toda persona salva es salvada por Dios por una razón, un propósito. Parte de este propósito es para testificar al mundo de la realidad de Dios y de la firmeza de sus promesas. Esto se ve en cómo vives tu vida, cómo tus creencias te dan esfuerzo y aguante. Está incluido en el evangelio que unos tienen que pagar por esta fe con dolor, sufrimiento, antagonismo, y aun la muerte.

Pero la fe que salva a alguien no tiene elementos de cobardía ni de incredulidad. Es tan cierto en la persona que no va a moverse por presión externa. La victoria para el creyente está en su fe, en su salvación, que es un premio eterno futuro.

Romanos 8:37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,  39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.

O sea, nadie ni nada puede separarnos de nuestro Salvador y la salvación que tenemos en Él. La certeza de esto tiene que ser vista porque “el justo vivirá por su fe”.

El Remedio a la Cobardía e Incredulidad

1 Corintios 16:13 Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos.

Esto es muy fuerte, pero muy simple. El hombre que tiene fe tiene que demostrarla. Tiene que “portarse varonilmente” (tener valor, valentía, o fuerza) y ser fuerte (de “esforzarse”). Dios puso en el hombre de tener coraje, fuerza, valentía, de ser bravo en su conducta. Nada más que Satanás ha torcido este elemento a entender que el hombre debe ser “macho”, que no es de ser fuerte y varonil, sino abusivo y cobarde. Los “machos” tienen que hacer muy público que tan fuertes y varoniles son, y lo que sucede es solamente una vergüenza.

Mateo 10:28 Y no temáis a los que matan el cuerpo, más el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.

Actualmente, una persona que tiene una fuerte fe también tiene mucho miedo. Pero la diferencia entre este cristiano y alguien abominable a la vista de Dios es simplemente que el salvo tiene miedo de un Dios santo, no de otras cosas o personas. Hebreos 10:31 ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo! La certeza de la amenaza de Dios, y quien es este Dios que la hace, es lo que absorbe a un creyente salvo. Pero el cristiano cree a este asombroso Dios, no le niega a Dios de entrar y dominar su vida, causando que todo en su vida esté bajo la voluntad de este poderoso y santo Dios.

Romanos 8:31 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?

Podemos refinar este “miedo.” El hijo de Dios salvo no tiene miedo a Dios tanto, porque entiende que Dios es amor, y Dios desea nuestro bien. Jeremías 29:11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. El cristiano tiene alto respeto y reverencia a Dios, porque entiende que Dios es todopoderoso y santo. No tolera muchas cosas. Aun las cosas que no son abominaciones para Dios pero son malas ante Su vista, Dios castiga por ellas.

2 Timoteo 1:7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.

Es interesante que lo opuesto de cobardía aquí es poder, amor y dominio propio. Es totalmente incorrecto de pensar que uno no es un cobarde por ser cruel o abusivo. Lo opuesto de la cobardía es el amor. El amor es sacrificio para el bien de otro. Lo opuesto de la cobardía es de tomar el control de uno mismo y hacer justicia, que es lo que uno debe hacer ante los ojos de Dios.

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