evc04 Boanerge – Insultos a la Inteligencia

INSULTOS A LA INTELIGENCIA.

Por David Boanerge

Algunas creencias humanas pretenden ser tan racionales, tan frías y lógicas que terminan por insultar nuestra inteligencia y por asemejarse a las “ideas fanáticas” contra las cuales objetan.

El universo es un lugar de orden, donde todas las cosas que existen en él tienen un propósito y un destino; no es la mera conjunción de caos y azar lo que produjo todo: si de algo podemos estar seguros es de que el caos JAMÁS produce orden, y cada componente del universo, desde las fuerzas que interactúan entre las partículas subatómicas hasta los conjuntos de estrellas y sistemas planetarios que llamamos galaxias, están impregnadas de ORDEN, un orden que no puede ser explicado ni por el azar, ni por la casualidad…aunque el hombre pretenda que sí es posible hacerlo.

Así los hombres de ciencia han  llegado a “inventar” explicaciones que por absurdas, terminan por insultar su propia inteligencia; aquí analizaremos tres de ellas y expondremos una cuarta que finalmente explica una de las dudas fundamentales del hombre: el principio de todas las cosas.




1.- Antes no existía absolutamente nada y ahora hay algo.
Insultos a la Inteligencia

No existía materia, no existía tiempo, no existía NADA. Si no existía nada mucho menos existía alguien, o sea que no existía Dios. De la nada, sin motivo alguno, sin causa, sin propósito, sin destino, surgió algo, como sacado del sombrero de algún mago, pero aún mejor porque en este caso por lo menos existe un sombrero y hay un mago, por lo que presuponemos la existencia de un público al que se quiere sorprender. No había nada y luego, simplemente, hubo algo. ¿Desde cuándo Nada = Algo?… o mejor aún, ¿desde cuando Nada = Todo? (entendamos “Todo” por “Universo”):




2.- Todo comenzó por la combinación de Azar + Tiempo “impersonalmente”.
Insultos a la Inteligencia

Digamos que había materia (no se explica de dónde surgió o por qué), luego simplemente explotó, según el astrofísico Stephen Hawkings por el encuentro de dos singularidades u hoyos negros (no se explica por qué existían estas singularidades ni de donde venían, sí es que venían de algún lado y mucho menos existen en los cielos evidencias de semejante cataclismo (llámese Big-Bang o como se quiera) ni rastro de aquellas singularidades y además, dato importante, la velocidad del universo es constante y no ha disminuido, cosa que entra en conflicto con la “teoría” de la Gran Explosión.), lo que simplemente aglomeró la materia en cúmulos (galaxias) los cuales simplemente se organizaron en elementos químicos, que se combinaron en compuestos, que simplemente formaron las estrellas, las cuales a su vez simplemente, en algunos casos(por que ni esto ha podido ser comprobado), formaron planetas (algunos gaseosos, otros sólidos, unos cuantos con agua “líquida”, atmósfera “oxidante” y una temperatura adecuada “ni muy fría ni muy caliente”), en la superficie de los cuales simplemente los compuestos químicos se combinaron entre sí a lo largo de “muchísimos” millones de años y formaron sustancias “orgánicas” y por una afortunada combinación de generoso azar, afortunada buena suerte y abundante metano más nitrógeno, formaron VIDA (de esto nos puede hablar Oparin), la cual se fue perfeccionando (¿para qué?, si como gelatina primigenia no tenía que competir para subsistir, o … ¿acaso vamos a atribuirle voluntad al más simple y desabrido protoplasma para suponer que cambió como una respuesta a su medio para aprovechas mejor sus recursos y perpetuarse? ¡por favor!¡si a duras penas se diferenciaba un poco de los “sencillos” compuestos orgánicos y escasamente sabía que estaba vivo! (si es que suponemos que una célula puede “saber” algo, puesto que estamos hablando de estas primeras células, cuando el código genético de la vida apenas se estaba escribiendo)), y evolucionó en formas de vida cada vez más complejas, hasta que simplemente un día en Salvador, pero si no lo aceptas, el día de mañana tendrá que ser tu Juez (Apocalípsis 20: 12-15). Déjanos contarte una historia, es una historia verdadera. Hubo un hombre en los Estados Unidos que salvó a otro hombre de morir atropellado; pasó el tiempo y este hombre que estuvo a punto de morir, delinquió y fue llevado a juicio; entonces, cuando estaban a punto de dictarle sentencia, alzó la vista hacia el juez y lo reconoció: era el hombre que años atrás le había salvado la vida, así que se levantó y le dijo:

-¡Juez!, ¡juez!, ¿no me reconoces? ¡Yo soy aquel hombre al cual un día salvaste de morir atropellado!

El juez lo miró duramente y le dijo:

-Sí, te reconozco. Aquel día yo era tu salvador, pero hoy soy tu juez y debo condenarte.

¡Que duro será aquel día, en el juicio final, cuando todos responderemos de nuestros actos ante Dios, para todos aquellos que rechazaron al Señor!… (Mateo 25: 41).

Acéptalo HOY, porque mientras hay vida, hay esperanza (Eclesiastés 9: 4) y Él no rechaza a aquellos que le buscan (Juan 6: 37), pero recuerda que nadie tiene la vida comprada y decir “luego, hay tiempo” puede ser un minuto demasiado tarde. Una última pregunta, háztela y si después de hacértela puedes dormir tranquilo, bien por ti. ¿Sabes a dónde vas a ir cuando tú mueras?…Recuerda que la elección de ese destino es sólo tuya.

Si la ciencia te ha defraudado y quieres tener la seguridad de que el día de mañana vas a ir a cielo con Jesús, haz la siguiente oración. ¡Esto son Insultos a la Inteligencia!

Señor Jesús: Reconozco que soy un pecador y que por la multitud de mis pecados merezco ir al infierno; no sabía que tú habías creado todas las cosas, pero ahora se que en tu infinito amor, tú pagaste en la cruz por todos mis pecados, por lo cual te acepto como mi Señor y Salvador y acepto el don de la vida eterna. Amén.

¡Ahora tienes la certeza de que eres un hijo de Dios y de que tu tatarabuelo no fue un simio! ¡Bienvenido a la familia de Dios!




Insultos a la Inteligencia
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