fp002 Los Errores de los Cristianos contra el Carácter de los Hijos del Diablo

fp002 Los Errores de los Cristianos contra el Carácter de los Hijos del Diablo errors de un cristiano contra el plan maldad de los del Diablo

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Por David Cox

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Hechos 13:22 ​Quitado éste (Saúl), les levantó por rey a David, de quien dio también testimonio diciendo: He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero.

Juan 8:44 Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer… Hay que discernir entre los hijos de Dios y los hijos del Diablo.

Son muy distintos, pero a la vez, cada uno vive según su identificación con Dios o con su actitud en contra de Dios. Todos los cristianos somos pecadores, igual que los inconversos. Pero hay una diferencia muy grande entre los dos.

El inconverso vive disfrutando su pecado, resistiéndose a toda sumisión hacia Dios. Solamente cuando le da su gusto, cuando le conviene, el inconverso va a hacer algo en su vida como Dios quiere. Pero no porque sea sumiso a Dios, simplemente por coincidencia. Los inconversos trabajan para hacer riquezas, su dios. Los cristianos trabajan para honrar a su Salvador. Los motivos son muy diferentes.

Para discernir al falso profeta, uno tiene que distinguir entre los errores de unos cristianos y los gustos de los hijos de Satanás.

El Rey David

1 Samuel 13:14 Mas ahora tu reino (de Saúl) no será duradero. Jehová se ha buscado un varón conforme a su corazón (David), al cual Jehová ha designado para que sea príncipe sobre su pueblo, por cuanto tú (Saúl) no has guardado lo que Jehová te mandó.

Hechos 13:22 ​Quitado éste, les levantó por rey a David, de quien dio también testimonio diciendo: He hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo que yo quiero.

Lo que marcaba a David ante los ojos de Dios era su disposición del corazón, de obedecer la voluntad de Dios. Saúl no hizo caso a lo que Dios quiso. Dios puede usar solamente a la persona sumisa para la obra de Él, y quiere llenar el cielo con personas así.

Mateo 7:22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad. Lo importante de discernir en estas palabras de Jesucristo es que estos “salvos” ministros estaban muy activos en hacer servicios para Dios; pero estaban afuera de la voluntad de Dios, y eso no les sirvió nada a ellos. O sea, Jesús proclamó que no eran salvos.

Pero nada más hasta aquí, no tenemos un buen entendimiento sobre el asunto. David pecó muy gravemente (adulteró con Betsabé 2 Samuel 11-12 y cometió homicidio contra su esposo de ella, Urías 2 Samuel 11:14-16). Hablamos de que David “cayó”, o sea, su costumbre era agradar a Dios, y estos pecados eran lo no usual, eran excepciones de su conducta normal. Esto no es de decir que no tenemos que cumplir 100% con la voluntad de Dios. Con el creyente, Dios disciplina a Sus hijos (Hebreos 12:6 Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo), y el cristiano que peca llevará las consecuencias de sus pecados. Estas consecuencias, la disciplina del Señor, son muy desagradables para la persona que sufre esto. 1 Corintios 3:15 Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego. Sus obras para el Señor serán quemadas, nulas por sus pecados, pero él sí será salvo.

Pero, sin embargo, el punto es que Dios tiene longanimidad con sus hijos, aun si no son perfectos. A la verdad, este asunto se resuelve en los premios que Dios va a dar a cada persona. (Hebreos 11:6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.) Los hijos de Dios recibirán premios celestiales, porque ellos cumplieron con la voluntad de Dios, y fueron útiles en el servicio y en la obra de Dios. Esto es nuestra parte en la salvación, no de obrar para ser salvo, sino que después de ser salvos ser parte de la gran obra de Dios y también de recibir premios en el cielo por nuestras obras para Dios.

El Siervo Inútil

Mateo 25:21 Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.

En esta parábola (Mateo 25:14-30), Jesús puso el servicio del salvo como muy importante. Tal vez los inútiles nos indican esta importancia. Mateo 25:26 ​Respondiendo su señor, le dijo: Siervo malo y negligente… 30 Y al siervo inútil echadle en las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes. Jesús indicó que estos supuestos siervos son falsos, fuera del carácter correcto para un hijo de Dios. No sirvieron bien. La Biblia presenta un futuro “entrega de cuentas” para cada persona ante Dios. (Romanos 14:12; Jeremías 17:10; 32:19; Apocalipsis 22:12)

Abraham y Sara, Parientes

Génesis 20:2 Y dijo Abraham de Sara su mujer: Es mi hermana. Y Abimelec rey de Gerar envió y tomó a Sara.

Abraham y Sara igualmente pecaron como creyentes. Este asunto era el de ser honesto, aunque parezca que puede ser inconveniente hacia uno mismo. Pero aun por toda la vida de Abraham, Dios le exaltó por su fe, y es el padre de nuestra fe. El desastre que hicieron con Agar e Ismael es importante. Para la multitud de descendencia que Abraham iba a tener, su error con Hagar planteó un enemigo mortal para todo judío. ¿Abraham y Sara se fueron al cielo? Sí. Pero hasta el día de hoy su descendencia pagan con antagonismo por los descendientes de Ismael.

Moisés y la Peña

Números 20:7 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: 8 Toma la vara, y reúne la congregación, tú y Aarón tu hermano, y hablad a la peña a vista de ellos; y ella dará su agua, y les sacarás aguas de la peña, y darás de beber a la congregación y a sus bestias. 11 Entonces alzó Moisés su mano y golpeó la peña con su vara dos veces; y salieron muchas aguas, y bebió la congregación, y sus bestias.

Dios se enojó con Moisés, su siervo, porque golpeó la peña en lugar de hablarle. Dios dio alabanza a Moisés en Deuteronomio 34, pero aunque Dios prometió el tesoro de una tierra bonita y bondadosa para él y sus hijos, actualmente Dios prohibió a Moisés de entrar por su pecado. Pero a la vez, que pecó, Dios alabó a Moisés. Deuteronomio 34:10 Y nunca más se levantó profeta en Israel como Moisés, a quien haya conocido Jehová cara a cara; En Hebreos 11, Moisés está en la lista como uno de los grandes hombres de la fe, aunque, por su pecado, no entró en la tierra de promesa.

La Diferencia es la Disposición del Corazón

Proverbios 21:2 Todo camino del hombre es recto en su propia opinión; Pero Jehová pesa los corazones.

Jeremías 17:10 Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras. (Proverbios 16:2; 1 Samuel 16:7; Hebreos 4:12)

Realmente, no podemos conocer el corazón del ser humano. Solamente Dios sabe, y nadie puede esconderse de Dios. Pero la Biblia hace una distinción entre personas buenas y malas, con base en sus palabras, en sus obras y motivos. Allí, en medio de esta dificultad de discernir, hay un punto importante. De lo que cree la persona fluyen los hechos de su vida. La doctrina produce conducta. Cuando la conducta es mala, examina las creencias que llevas para ver las fallas desde la raíz en lo que crees.

Tito 2:1 Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina. 7 presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, 10 no defraudando, sino mostrándose fieles en todo, para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador. 3:8 Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras.

Estas cosas son buenas y útiles a los hombres. O sea, el cristiano adora la doctrina de Dios por medio de su conducta justa. De adornar es de demostrar un ejemplo perfecto de tal doctrina. El vínculo es fuerte y absoluto entre lo que crees y las obras (fruto) que produces. En lo del falso profeta, Jesús se refiere a este mismo punto con “sus frutos”. Mateo 7:20 Así que, por sus frutos los conoceréis. Lo que es el árbol, de su esencia, de esto proviene su fruto según su género. Igualmente, los hombres pecan porque son pecadores sin el Salvador. Pero entonces es lógico que el cristiano produzca fruto del mismo carácter de Dios, de su Salvador. El punto de que debemos imitar a Dios (Efesios 5:1) y a Jesucristo (1 Corintios 11:1; Juan 13:15; Romanos 8:29; 1 Juan 2:6; 2 Corintios 3:18) es muy importante.

Dios es Misericordioso

Efesios 2:4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,

Si entendemos bien el carácter moral de Dios, entonces vemos y creemos que Dios es abundante en misericordia, en perdonar faltas, según un proceso prescrito en la Biblia. Este proceso empieza con la confesión del pecado ante Dios. De confesar tu pecado a Dios es de ponerlo en el enfoque que has hecho algo malo. El arrepentimiento sigue. Dios sabe todo, entonces no es necesario que alguien le informe que has hecho algo malo. Estás tratando tu pecado con Dios porque quieres el perdón de Él. Esto no puede pasar si estás abusando de la misericordia de Dios. ¿Cómo es el abuso? Que confiesas y te arrepientes vez tras vez sin gastar esfuerzo y decisión de moralmente cambiar tu vida.

En estudiar al falso profeta, el Diablo y sus hijos carecen del carácter moral de Dios. Buscan lo opuesto. Gozan del carácter opuesto de Dios. Son crueles, no tienen misericordia. Entonces, Dios examina el corazón, y aunque uno ponga las palabras correctas de confesión, el arrepentimiento y el pedir perdón a Dios, en la vida actual, el hijo del Diablo no tiene interés en practicar misericordia hacía otros.

Gálatas 6:7 No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. 8 Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.

Las palabras son importantes para Dios. Pero engañan fácilmente. Presentan mentiras como si fueran la verdad. Pero los hechos con el tiempo demuestran la realidad.

Dios nos Revela a estos Hombres

Hebreos 4:13 Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.

El cristiano no niega su pecado, la maldad de su vida. Lo que hace a uno salvo es que quiere tratar su pecado con Dios, abandonando el pecado e imponiendo en su lugar la justicia de Dios. Salmos 51:2 Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado. El rey David escribió este salmo cuando se arrepintió de su pecado con Betsabé. El inconverso a propósito ignora su pecado, no va a Dios honestamente tratando de solucionar su pecado, sino que multiplica su pecado con más pecado para cubrir lo malo. El juicio de Dios se amontona encima de él. Pero en cambio el cristiano sabe que el pecado es su enemigo.

Números 32:23 Mas si así no lo hacéis, he aquí habréis pecado ante Jehová; y sabed que vuestro pecado os alcanzará.

Salmos 90:8 Pusiste nuestras maldades delante de ti, Nuestros yerros a la luz de tu rostro.

Génesis 4:7 Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta…

Dios y la voluntad de Él no es lo que hace mal a nuestras vidas. Es el pecado. Aunque muchos aceptan al Señor, parece que no aceptan la voluntad de Dios realmente en sus vidas. Pelean en contra de la voluntad de Dios y le dan gusto al pecado.

Conclusión

1 Corintios 4:5 Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual aclarará también lo oculto de las tinieblas, y manifestará las intenciones de los corazones; y entonces cada uno recibirá su alabanza de Dios.

Hay dos puntos para meditar. Primero, todos pecamos. Aun salvos, pecamos todavía. Pero el cristiano va cambiando moralmente para ser como Dios quiere, y ordena su vida según la voluntad de Dios. No debemos pensar que somos buenos cuando no es cierto. La misericordia de Dios nos alcanza. No debemos desanimarnos por nuestros pecados, fallas, y debilidades. Luchamos en contra de ellos. Pero segundamente, tampoco no debemos usar ejemplos de grandes hombres para excusarnos en pecar. El punto es que un cristiano lucha en cambiar moralmente para agradar a Dios.

Tercero, Dios es bueno, y la salvación es buena. Todo lo que Dios nos da es bueno. Pero unos desprecian lo bueno de Dios, esto justifica a Dios en enviarles al infierno.

1 Juan 2:19 Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.

Como comunidad de salvos, nosotros no debemos desanimarnos cuando unos pretenden de ser ovejas para arruinar lo bueno que tenemos. Resistimos siguiendo lo bueno.

Isaías 3:11 ¡Ay del impío! Mal le irá, porque según las obras de sus manos le será pagado.

Al estudiar a los falsos profetas, debemos distinguir entre los errores de los ministros cristianos y la manera de obrar de un falso. Un cristiano puede hacer algo incorrecto, pero su corazón no está en ello. A fin de cuentas, no le gusta ponerse en contra de Dios. Para un falso, un hijo del Diablo, esto es, su delicia, su corazón pervertido, manifestándose con gozo sobre ello.

TMC-12-Oct-25

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