fam27 El Atavío de una Cristiana

El Atavío de una Cristiana
Por David Cox
[fam27] v1 ©2011 www.folletosytratados.com
Se puede fotocopiar e imprimir libremente este folleto sobre el Atavío de una Cristiana

En nuestro mundo, las mujeres mundanas generalmente piensan que pueden vestirse como les da la gana. Hay tres reglas universales que dominan el vestuario de las mujeres mundanas:
(1) que sea confortable,
(2) que sea sexual, sensual, o que llame la atención hacia ella, específicamente a lo sensual de su cuerpo, y
(3) lo que es la moda popular del mundo.

La mujer cristiana no está controlada por estos conceptos. Pero entonces, ¿Cuáles deben ser las reglas que regulan su atavío? Esto es lo que examinaremos. El Atavío de una Cristiana




Adán, Eva, y Su Vergüenza

Gen 2:25 Y estaban ambos desnudos, Adán y su mujer, y no se avergonzaban.
Gen 3:7 Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. 10 Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. 11 Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol del que yo te mandé no comieses?

El concepto de “ser desnudo” es de ser abiertos para que otras personas puedan ver lo que tú no quieres que ellos vean en ti, porque es de ver lo privado, lo íntimo, y lo personal. Gén 42:9por ver el descubierto (desnudez) del país”. Adán y Eva no tuvieron pecado, y estaban desnudos sin problema. Al pecar, tuvieron algo que esconder, el pecado en su cuerpo.

Éxo. 20:26No subirás por gradas a mi altar, para que tu desnudez no se descubra.Éxo. 32:25el pueblo estaba desenfrenado”. “Desenfrenado” significa de aflojar, o de revelarse o desnudarse. Luego Dios indicó que los sacerdotes no subieran a la plataforma elevada para “descubrir su desnudez,” sino Dios les mandó de hacer “calzoncillos… para cubrir su desnudezÉxo 28:42.




El invento de ropa interior

Un calzoncillo es algo que esconde las partes privadas de uno. La ropa interior es también para cubrir. Pero Adán y Eva tuvieron consciencia de su vergüenza después de pecar. La fuerte consciencia del pecado les movió a buscar y a esconderse de la vista de Dios. Se escondieron, y fabricaron ropa para cubrir sus “partes sexuales.” La palabra “delantales” en hebreo es como un cinturón ancho que protege a los genitales en la batalla de los golpes de un enemigo.

Pero al final, Dios encontró a Adán y Eva. Delante de Dios, nada es cubierto, y nos ve como somos (“Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.” Heb 4:13; Job 26:6).

El cubrirse no era porque Dios era tentado. Siendo Adán y Eva una pareja “casada”, igualmente no era porque uno provocaría al otro al pecado, o a tentarles a pecar. Pero empezando una sociedad con humanos pecadores, necesitaban cubrirse. Es pecado de estar viendo las partes privadas del cuerpo humano (si no es tu pareja legal). Era pena de muerte bajo la Ley, y es todavía cosa de perversidad antes los ojos de Dios.

Lev 18:6 Ningún varón se llegue a parienta próxima alguna, para descubrir su desnudez. Yo Jehová. 7 La desnudez de tu padre, o la desnudez de tu madre, no descubrirás…9 tu hermana, hija de tu padre o hija de tu madre. Lev 20:17 viere su desnudez, y ella viere la suya, es cosa execrable; por tanto serán muertos…




Dios les vistió

Gen 3:21 Y Jehová Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.

Dios es la primera persona quien hizo normas en el vestirse. Adán y Eva pensaron que era suficiente de nada más cubrirse con un cinturón  delantal (solamente los genitales y tal vez algo un poco más abajo, y para la mujer dejar los senos descubiertos).

Dios les hizo “túnicas” que significa una bata o camisa muy larga. La palabra tiene la idea de una pieza de ropa floja sobre el cuerpo desde el cuello hasta muy abajo de la cintura (tal vez hasta las rodillas o más abajo), y que es puesto alrededor de la persona (frente, atrás, y no abierto en los lados).

La idea básica de esto es que cubre el cuerpo (especialmente las partes sexuales) en una forma no pegada al cuerpo, en que tampoco está abierta para ver algo del cuerpo entre el cuello hasta el muslo. Todo el propósito es de cubrir y no revelar el cuerpo, ni tampoco dejar que las curvas o piel se vean por la ropa. De ropa floja que cubre, tenemos hoy ropa pegada, que revela.




Cubriendo la Desnudez

Dios vistió Adán y Eva con ropa adecuada porque lo que ellos hicieron (un cinturón cortito) era aparentemente insuficiente para Dios. La Biblia nos dice que el cubrir la desnudez (aun de otros) es cosa de honor y es una buena obra. En Mateo 25:36 Jesús recomendó que el cubrir la desnudez de otros era una obra noble que indicaba y revelaba la actitud y el carácter cristiano de la persona.

En Santiago 2:15, Santiago habla de la hipocresía de la fe cristiana en tener con que cubrir a su hermano, y de no hacerlo. En Ezequiel 18:7, 18; Job 31:16-20; Isa. 58:7 hay enseñanza de que el cubrir la desnudez de otros (por su pobreza o mala fortuna) es bueno en la vista de Dios.




Revelar el Cuerpo es una Vergüenza

La desnudez es una vergüenza. En Exo. 32:25, el desenfrenado (literalmente desnudez) del pueblo era para avergonzar al pueblo. Cuando torturaron a Jesús antes de matarle, los soldados le desnudaron para avergonzarle (Mat 27:28). En Hechos 19:16, un hombre bajo la tortura y control de un demonio andaba desnudo. Cuando Jesús echó el demonio del hombre en Marcos 5:15, el resultado incluía que “vestido y en su juicio cabal”.

Todos estos versículos indican que, en general, el desenfrenarse para dejar control a la carne sensual y animal del hombre tiene tendencia de resultar en el “desnudarse”, “revelarse”, o sea, de mostrar sus genitales y cuerpo (los senos de la mujer) a la vista de los demás. Esto es lo opuesto de la voluntad de Dios, que es la modestia. La desnudez, la pornografía, la prostitución, etcétera, toda la desnudez física tiene que ver con el desenfreno de sus pasiones carnales. En Pro. 7:10-11, se identifica a la ramera, que es “astuta de corazón” y que tiene un “atavío de ramera”. Ella es “alborotadora y rencillosa” llamando la atención.




¿Cuál es su atavío entonces?

Es ropa, acciones, y personalidad de llamar la atención de sí misma, a lo sexual y sensual de su propio cuerpo en una forma de causar pensamientos de fornicación en los hombres al verla. Esto es por revelar parcialmente o completamente las partes sexuales y sensuales de su cuerpo.

De demostrar aperturas en su ropa donde se ve la piel o la ropa interior, de ser transparente, o de ser tan apretada y pegada al cuerpo a casi transparentar la ropa o ver las líneas de su cuerpo, especialmente en las partes de los genitales, glúteos, piernas, panza, o senos. Es de usar blusas escotadas, mini-faldas, o con cortes abiertos de abajo hasta casi su cintura o aun a media pierna. Para hombres es de abrirse la camisa o usar pantalones apretados. Atavío de una Cristiana




Desenfreno llega a desnudarse

Satanás está en el negocio de desenfrenar a la gente para que se desnuden y revelen su cuerpo, y Dios está en el negocio de cubrir o vestir lo vergonzoso del hombre.

2Cor 5:3 pues así seremos hallados vestidos, y no desnudos. 4 Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida.
Apo 3:18 Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres … y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.
Apo 16:15… Bienaventurado el que… vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza.

El verdadero cristiano desea ansiosamente de estar “bien vestido,” o lo más cerca a ello que puede. Esto es lo mismo que Eva en el huerto, porque “tuve miedo, porque estaba desnuda” (Gén 3:10) delante del juicio de Dios. Su vergüenza, la realidad de su ser pecaminoso, era lo que causó su miedo delante de Dios.

Esto nosotros llamamos “pena,” o sea, el respeto que un verdadero cristiano tiene hacia el gran y severo juicio de Dios que causa la modestia adentro de el creyente. Tantos cristianos quieren jugar con esto de su atavío o quieren debatir y discutir límites y asuntos dudosos clamando que ellos no ven donde hay razón de no usar ropa que descubre o revela su cuerpo por estar pegada la ropa, o usar pantalones que revela sus piernas y genitales. No tienen pena ni modestia de un verdadero hijo de Dios.




El Atavío Espiritual: Modestia

1Pedro 3:2 considerando vuestra conducta casta y respetuosa. 3 Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, 4 sino el interno, el del corazón… de un espíritu afable y apacible

Lo que marca el atavío de la mujer cristiana es que no se ve que llama la atención, que es modesta. Lo que marca tan distintivamente a la cristiana es su carácter moral, no su cuerpo sexual. 1Tim 2:9 “Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos.” Lo que destaca a la mujer cristiana es que no hace excesos ni tiene ropa ni peinado ni joyería costosa que llama la atención.

No dice que no se arregle o no use joyería, sino que no use lo lujoso u lo ostentoso. Además, tampoco dice que la mujer cristiana “no se adorne”, sino lo opuesto, está muy preocupada “de adornarse”, pero con elementos de su espíritu (“ornato de un espíritu afable y apacible” y “estando sujetas a sus maridos”). Pro 31:10-31 habla de las actividades de una mujer virtuosa.




La Moda y la Mujer Cristiana

1Pe 3:2-6 y Pro 31:10-31 nos presentan un cuadro de la mujer cristiana que no es una persona quien no sigue el mundo, ni los caminos del mundo, sino se adorna con la virtud, las calidades morales de Cristo. Busca agradar a Dios, y por esto es sumisa a su esposo, y busca ser modesta, no como la moda del mundo. Entonces la cristiana no debe seguir las modas del mundo, sino buscar agradar a Dios.

Stg. 4:4 ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
1Juan 2:15 No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.

RVG




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