cp30 Discerniendo la Voluntad de Dios

cp30 Discerniendo la Voluntad de Dios En este folleto explicamos que tan importante es la voluntad de Dios en la vida del cristiano. Actualmente la salvación es envuelto con uno entregando su propia voluntad y deseos a Dios (arrepentimiento) para obedecer la voluntad de Dios.

cp30 Discerniendo la Voluntad de Dios En este folleto explicamos que tan importante es la voluntad de Dios en la vida del cristiano. Actualmente la salvación es envuelto con uno entregando su propia voluntad y deseos a Dios (arrepentimiento) para obedecer la voluntad de Dios.

cp30 Discerniendo la Voluntad de Dios En este folleto explicamos que tan importante es la voluntad de Dios en la vida del cristiano. Actualmente, la salvación es envuelto con uno, entregando su propia voluntad y deseos a Dios (arrepentimiento) para obedecer la voluntad de Dios.

Discerniendo la Voluntad de Dios
Por David Cox
[cp30] v1 ©2011
www.folletosytratados.com
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Sermón en Audio
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Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Romanos 8:28

Preguntaron a Rey Alfonso el Grande, Rey de Aragon, “¿Quién es la persona más feliz en el mundo?” Contestó, “El que abandona a sí mismo para entregarse a la voluntad de Dios, quien que acepta todas las cosas, bendiciones o adversidad como viniendo de Sus manos.” Los verdaderos felices son los que se encuentran satisfacción y gozo en la idea de haber hecho la voluntad de Dios el Padre, sea que se involucra placer y bendición para ellos personalmente, o sufrimiento y aflicción.

Prov 12:21 Ninguna adversidad acontecerá al justo; Mas los impíos serán colmados de males.

Para el justo, su punto de vista es que todo lo que le pasa es la voluntad de Dios. Él descansa en este pensamiento.




¿Qué es la voluntad de Dios?

Sal 143:10 Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.

¿Qué es tu Dios?

Cuando una persona piensa hacia a Dios, y vamos a decirlo así, le hace a alguien o algo a ser su dios, la idea bíblica de la palabra “Dios” es quién o qué concepto que manda en la vida de uno, entonces ¿Quién es tu Dios? Es quién que obedeces, a qué o quién pones como suprema prioridad para agradar o para acomodar todo en tu vida bajo esta persona, concepto, o cosa. Para unos, su dios es el dinero, y para otros es la fama, o diversión y entretenimiento. Ellos ubican estos conceptos en su vida como máxima prioridad siempre regresando a lo que demanda y exige estos conceptos. Por lo cual, estos son su dios, y son de fabricación humana. Satanás se cayó del cielo (fue rechazado por Dios) porque empezó a poner su propia voluntad sobre la voluntad de Dios.

Isa 14:13 Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono… 14 sobre las alturas de las nubes subiré, y seré semejante al Altísimo. Pecado es de exaltar tu propia voluntad en contra de los deseos y carácter del verdadero Dios, Jehová de los cielos.




El Pecado.

Podemos definir el pecado como cualquier cosa que no es la voluntad de Dios. De estar afuera de Su voluntad es pecado, y causa este estado de enemistad y conflicto con Dios, y en sí, es dañino para nosotros espiritualmente. La lucha espiritual por todos los siglos es esto, de entender que Dios tiene nuestro beneficio eterno atrás de cada mandamiento, cada opinión, y que cada elemento del carácter moral de Dios es una representación de esa voluntad divina, y a fin de cuentas, todo lo que es Dios (carácter o moralidad), y todo lo que hace Dios (acciones, decretos, mandamientos) es tejido intensamente con la voluntad de Dios. La obedecemos ni modo como nos parece (Jer 42:6 Sea bueno, sea malo, a la voz de Jehová nuestro Dios al cual te enviamos, obedeceremos, para que obedeciendo a la voz de Jehová nuestro Dios nos vaya bien.) Pro 16:25 Hay camino que parece derecho al hombre, Pero su fin es camino de muerte. De “aceptar a Jesucristo” es realmente de aceptar lo que es esta persona, de abrazarlo, absorberlo, imitarlo, y ser como la persona de Dios.




¿Por qué importa tanto?

Muchos piensan que la voluntad de Dios no es muy importante, y vamos al cielo aunque no seguimos la voluntad de Dios. Pero según 1Jn 2:17el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre,” parece que la definición de la salvación tiene que incluir una decisión de hacer la voluntad de Dios. Y en Mat. 12:46-50, Jesús define la relación salvadora, “Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre.Jn 6:39 Y ésta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero. 2Pe 3:9 El Señor… no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento. 1Ti 2:4 el cual (Dios) quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Eze 33:11 dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del impío, sino que se vuelva el impío de su camino, y que viva. Mat. 18:14; Jn. 6:39-40 La voluntad de Dios es muy enredada con nuestra salvación.

El arrepentimiento es también un renuncio de la voluntad propia de uno para seguir la voluntad de Dios, y en Lucas 13:3, dice “si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.” Entonces, para entender esto bien, la salvación viene porque te entregas tu voluntad a Dios para hacer la Suya. Esto es el corazón de la salvación. Es lo que nos mete en la salvación, y se ve quien es salvo (1Jn 2:4-5; 3:24) o es un hijo del diablo por su disposición hacia la voluntad de Dios (siempre expresada más confiablemente en las Sagradas Escrituras que otra fuente).

Jn 10:27 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,

Rom 8:14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.

La salvación es una relación personal e íntima con Dios, donde la persona se sujeta a Dios (a Su voluntad), que sigan a Dios, que es guiado por Dios. De conocer a Dios en la forma de llevar una relación salvadora con Dios, es de conocerle y sujetarse debajo de Su perfecta voluntad. Actualmente toda la comunicación entre Dios y el hombre se concentra en el asunto de Dios comunicando Su voluntad al hombre. Cuando el hombre se entrega su voluntad para seguir la voluntad de Dios, entra en la salvación.




Dios condiciona entendimiento espiritual sobre obediencia y actitud

Jn 7:17 El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta.

Sal 40:8 El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón.

Turistas.

Es muy importante de entender cómo funciona la voluntad de Dios, y cómo Dios trata a una persona. Dios no revela Su voluntad a “turistas.” O sea, Dios no va revelando y dando entendimiento espiritual a las personas que solamente quieren “conocer” las cosas de Dios, pero ellas no están dispuestas en su corazón a obedecerla.

Jn 4:34 Jesús les dijo: Mi comida es que haga la voluntad del que me envió, y que acabe su obra.

Heb 10:7 vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad

Hay una actitud que Dios no acepta, y esto es de saber lo que Dios quiere de uno, para que luego la persona decida si sí o si no va a cumplir con ello.

Esto es como un turista que viene para ojear y examinar como un chismoso pero de antemano no para quedarse y obedecer. Dios da más entendimiento solamente cuando la persona tiene la disposición de obedecer lo que sea que es la voluntad de Dios, sin controversia, sin discutir con Dios, y sin la actitud de “quiero ver primero, y SI ME GUSTA, entonces lo haré.”

Jn 9:31 Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye.

1Jn 3:22 y cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él. Jn 15:7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. En esta relación que llevamos con Dios que es nuestra salvación, Dios nos hace caso (contesta a nuestras oraciones) y nos bendice con bendiciones (Josue 1:8), porque llevamos esta sujeción a la voluntad de Dios. Entramos en el favor de Dios porque buscamos Su voluntad.




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